Tuesday, October 4, 2005

las piezas formaban un plato

cosas crueles tienen que clavarse profundamente en el cerebro de los idiotas para ponerlo en funcionamiento.
basta perder un pedazo en el camino para que al llegar te derrames por el suelo, desconocido, sembrado con los escupitajos y los pies descalzos de otros que, a diferencia de ti, no son reos de si mismos esperando a su propio corazon.
tu corazon, cubierto con con un velo negro, agarra el mango del hacha de ejecucion y se deshace de la cabeza. un caso de muerte del cuerpo por ausencia de mando, una viviseccion antigua, atroz, en busca del lugar en el que se oculta el alma, un alma que corre traviesa por tejados, salta distancias imposibles y se acurruca tras su verja de costillas, muy cerca del corazon para calentar sus manos, para sentir su tristeza, para correr mas rapido y desbaratar la perfectamente ordenada cabeza.
es como agarrarse con los dedos para no caer por un acantilado, aun sabiendo que soltandolo volaras hacia el cielo, te aferras obstinado a la u;a hincada en la tierra, a tu sudor resbalando por tus dedos...
el olor del mar, el sonido de la espuma deshecha en jirones de niebla contra las rocas... imaginar la espuma roja y a ti convertido en jirones de carne humeda... el sabor del mar es el sabor de tu propio sudor cayendo de tu frente a tus labios... si te soltaras podria pasar cualquier cosa, agarrado, tu mismo te condenas a estrellarte contra las rocas, solo es cuestion de tiempo, tiempo en el que sufriras, desesperaras, clavaras con fuerza tus dedos en la tierra y la haras sangrar, suplicaras clemencia...?
no, no suplicaras porque hasta en el borde de la unica cosa que puedes tomarte en serio, tu muerte, tu dignidad de cuchilla afilada que desgaja la niebla en invierno y el fuego en verano mantendra la media sonrisa sobre tus dientes apretados, las lagrimas contenidas que se evaporaran, dejando cristales de sal en tus ojos que acabaras mirando... en la tension de miedo, en la tension del desenlace nos por esperado menos aterrador, si, acabaras concentrando todo tu voluntad en lagrimas cistalizadas, para perderte en sus aristas, para reducir tu tama;o mas alla del atomo, para caer hacia dentro, para perderte en tu propia intuicion cristalizada.

Monday, August 8, 2005

s



Con la esperanza de convertirme en un viejo brujo de manos azules, abdomen verde y cara roja, trato inútilmente de flotar a donde la inminencia de las lágrimas sustituya este asomo intermitente al vacío. Cansado de retirar el interior de los límites de la piel para asomarme a la nada, de buscar un encuentro en el aire para que cambie de color lo que no puedo ver y lo torne brillante.
El único fin que parece acecharme tiene nombre en el fracaso, no aquél del que parto, sino el que me mantiene caminando por el borde del acantilado, lejos de todos los demás. De cuando en cuando a mis pasos los eleva el viento, acelarado por los filos de las rocas, y un instante, que bien podría llegar a ser eterno, me deja suspendido entre la seguridad invulnerable de los otros y surcar un espacio que huele a mar y sabe a lluvia, para deshacerme en mis pequeñas partes y ser, al fin, verdaderamente vulnerable a todo lo que fluye.

Friday, August 5, 2005

3


Con nuevas historias de serenidad alcanzada, presionando con dedos sudorosos sus sienes, camina hacia el centro del dibujo haciendo crujir el papel bajo sus pies... su sombra es una espiral negra que parte de sus pies y repta hacia las esquinas... ella lo dijo antes de que nadie pudiera pensarlo: esta habitación debería ser un círculo y el lenguaje es un virus venido del espacio exterior.
No-muertos para los vivos, ataúdes colgando de hombros flacos y blancos, un desfile de imbecilidad atroz, equivalente a cualquier imbecilidad anterior o posterior... el golpe viene de la base de su boca, en un espumarajo de rabia desatada, la barbilla choca contra algo más duro que el hueso pero mucho más humano. Caer como caen mis dedos al suelo cuando intento tocarte, caer como cae su mandibula escapando del cráneo para buscar una nueva vida entre las ratas que no puedes ver pero que te superan, sin duda, en número y falta de compasión... la habitación debería ser un círculo, y el lenguaje es un virus del espacio exterior.

Sunday, July 24, 2005

2

En realidad mi juego es sencillo: lanzo un anzuelo hecho con mi propio vello púbico y espero al incauto que quiera morder, nadie espera que aquello que sangra sea capaz de hacer sangrar. Soy de jugo de menta coagulado, de las letras que eligen los padres que malcrían a sus hijos... hijos de puta sin lugar a duda. Tú, que me buscas desde hace demasiado tiempo, que atraviesas con la misma decisión vías de tren y cuerpos humanos, envuelto en tu aura de sonidos prohibidos... a tí te sigue el latigazo y el grito como dos perros bien entrenados... a mí me acompaña mi boca despiadada de la que mana el agua que te niego desde que te hice caer en mitad del último desierto vivo.
Ven, te espero.

Wednesday, July 20, 2005

1

tiembla si quieres, porque en sus manos cabe tu piel asustada, mientras camina arrastrando consigo cuerpos caídos, respirando humo negro, jadeando entre vapores rojizos. se dirige a velocidad constante a la entrada engrecida de tu ciudad, olfateando el aire, despreciando sus botas bajo el arco fracasado de la calle principal.
de entre tus piernas sale la cabeza del primer escarabajo, su cabeza cortada por tus pasos de tijeras afiladas. en la radio la estática lo envuelve haciendo desaparecer su voz, dejándo sólo la cuchillada en movimiento de su boca como pista de qué es lo que ha venido a buscar. su mano izquierda sigue escondida en un bolsillo, en su mano derecha cuelgan los restos de una cuerda deshilachada. no basta con que el verde alcance el negro a su alrededor, las piedras se resquebrajan y sangran.
su mano izquierda sigue escondida en un bolsillo, en su mano derecha cuelgan los restos de una cuerda deshilachada. y así comienza la caza, con un carnaval de tambores de hueso despedazando la estática en el nombre de Tom, cobrando fuerza con cada paso polvoriento, esqueleto cansado de este tiempo grisáceo en expansión constante, "desde la periferia de tus ojos, vengo a recordarte lo que significa hablar de mi muerte", palabras escapando de entre sus dientes de cosechadora de todo lo que no querrías llevarte jamás a la boca.

Saturday, July 16, 2005

En espiral hacia afuera, continuando, hacia donde no he estado antes, el ego pierde contacto con el suelo y se funde en la línea roja de insctos que reflejan en sus vientres hinchados los destellos de esta tierra que envejece rápidamente.
El azul es mi color mientras separo mi boca del suelo, bajo este sol que asedia sin misericordia este punto único, esperando para que el tiempo cambie, diciendo cualquier cosa que la intución de la mosca lleve a mi boca... mi boca que sabe a hierba y anhela saber a cualquier color... y que el tiempo cambie...

Thursday, July 14, 2005

en el calor del chasquido


Sé que esto está terminando. Que me he deshecho de la materia que corrompe la esencia de todas las cosas. El dorso de la mano que golpea rostros inocentes. El cuchillo de cocina danzando en las manos equivocadas. Un brillo roto que comprime el tiempo en tacones de bota, en nudillos amoratados, en lunas grotescamente hinchadas... explotando... hacia el vacío... hacia la forma... hacia el color... el olor... el sabor... el mundo despezado en el que nos encontraremos otra vez.

Pero ahora la gravedad atenaza cada instante en una combinación de música equivocada, que expande, sin piedad, los límites de mi conciencia, para convertirme en un objeto vulnerable, para recibir la agresión de todo lo que se mueve por inercia, sin conciencia ni identidad... aquello que arrastra porque es lo único que puede hacer... aunque el sonido del carnaval sea el de la decadencia, no hay miseria, ni la sombra de ella...
soy lo que se oculta bajo mi piel esperando morderte.

Wednesday, June 29, 2005

ccrch



El arcoiris no es como creías, ¿verdad? Así te hablo a tí, que con toda la condescendencia del mundo me miras, tras tu mesa llena de colores sin usar, con tu cara cuya única utilidad es sostener gotas de sudor. Posando para mí. Posando para mi odio. Como un adolescente saturado de estupidez alimento una ira injustificada para asumir el deseo de asesinarte... para darle rienda suelta... quiero darte caza porque no soporto verte cada vez que paso delante de un espejo.

Un cabrón que me mira y me viene con no sé qué mierdas de salir adelante.
Si entrase en mi cabeza por mi nuca vería a un tipo encerrado dentro, apoyándose en la pared interna de mi cráneo, buscando un modo de salir.
"Pide perdón, siéntelo". Siéntelo tú, cabrón.
Ver para creer. Y lo digo literalmente.
Esta no es una de esas historias en las que lo más importante es saber qué ha pasado en realidad.
Y una mierda. Esta no puede ser una de esas historias de "el marido llevaba diez años muerto". Alguien me la está jugando. Esto no es el cambio de rollo en la proyección de una película.

Wednesday, June 8, 2005

ojoXojo




Tú lo dijiste.
Y el niño que guardaba las abejas tiró de la cuerda, desatando el infierno y todo lo que vive dentro de él.
El asiento delantero del coche tenía una estrella roja cuando levantó a su hermano con todo el cuidado que pudo. Su cara no parecía su cara, hinchada, demasiados aguijones anidando sobre sus ojos, cobrando vida y hundiéndose buscando el alma.
No había compasión en los ojos del hombre de verde cuando se asomó a buscar fantasmas por la ventanilla del coche. Cogió el pelo del flequillo del niño entre sus dedos y lo miró como si no lo hubiera visto nunca antes. No había nada más que el deseo de deshacerse de lo que había ocurrido como si se despegara una mierda del zapato.
Incluso cuando se quedó en el arcén, viéndo alejarse el coche, lo único que fue capaz de decir fue: óyeme, he llegado a la conclusión de que lo único que puedo hacer cuando no hay nada a lo que matar, es extinguirme.

Friday, May 27, 2005

contravoluntad


Soy tu sombra, tu puta sombra, me he escapado del ático en el que me tenías encerrada, y aquí estoy. Sé que esto no es algo nuevo, sé que Peter pasó mucho tiempo buscando la suya. Pero yo no soy un cuento. Yo te detesto. Te odio por haberme encerrado. Te odio. He cortado los hilos con los que me cosiste a tus zapatos, soy libre para acecharte, para dejar que mis zarcillos se enreden en la lazada de tus zapatos y te hagan caer, estoy atada a tus zapatos por propia voluntad, y puedo hacer contigo lo que quiera.

Sé que soy todo aquello de lo que te avergüenzas, sé que soy alargada.

Me escondo detrás de las cortinas cuando tienes visita, pero luego enciendes una luz y me proyecto a tus espaldas, enseñando lo que eres, mostrándote, desnudándote, reduciéndote a una excusa para mi mancha.

Sé que me temes cuando caminas por las noches y bajo la luz eléctrica soy legión. Sé que andas más deprisa con la esperanza de despistarme, pero te lo he dicho, estoy atada a tus zapatos.

Contengo todo lo que has hecho, lo bueno y lo malo, y te enseño lo que yo quiero enseñarte, te hago creer que sólo eres lo que te muestro, te reduzco a mi reflejo, te convierto en la sombra de tu sombra.

La gente suele decirte cosas que no quieres oír, y simplemente desconectas. Has creado una armadura contra todo lo que te puede hacer daño, te enorgulleces de tu coraza. Pretendes que tu coraza no es una máscara, y que si es una máscara, es una que lleva grabado tu propio rostro. Yo te recuerdo que eso es mentira. Por la noche cuando tus inseguridades se abren camino entre tus ganas de dormir y mantienen tus ojos abiertos, estás arropado en mis brazos. Entonces susurro en tu oído “tu máscara sólo sirve para ocultar tu grandeza”. Y lo sabes, lo sabes muy bien, pero eres tan cobarde que eres incapaz ya de moverte sin ella.

Sé que no lloras a menudo, sé que cuando lloras es por todas las cosas por las que no lloras nunca. Lo sé y no me importa, porque sigo detrás de ti, recordándote lo que eres y lo que no serás nunca, manchando cada momento bueno. A veces sientes en tu corazón una felicidad que parece casi material, casi podrías sostenerla en tus manos por su intensidad y su pureza, y yo podría mancharla inmediatamente, pero prefiero esperar a que logres verla para, inmediatamente después, recordarte que nunca será una felicidad completa, sólo tengo que dejar caer mi oscuridad delante de tus ojos para que tu alegría desaparezca.

Nací contigo, moriré contigo, no te necesito como amigo, ni como aliado, no dependo de ti.

Soy tu sombra y mi juego es oscurecerte con cada paso que das. No te dejo olvidar, no te dejo ser libre. Cuando crees que te libras de mí, estoy escondida entre tu piel y tu ropa, y me froto con lascivia, acariciándote con mi lengua, bífida, negra e intangible. Siempre estoy ahí, y nunca podrás sentirme,

nunca

podrás

acabar

conmigo.


mis pequeños hermanos en escocia, os echo de menos y pronto nos veremos... los que han vuelto y los que aún quedan por volver. os quiero hasta límites sospechados tan sólo en pintadas de bar de carretera.

carlosigl@gmail.com

Friday, May 13, 2005

dedos en azul


A(trapo) un manojo de venas que me llevan evitando 13 meses.

El tiempo no tiene importancia alguna ahora, es el resultado de una operación matemática compleja, con la que he dado por pura casualidad.

Mis venas se escondían bajo mis huesos, la seguridad del lugar contra el que se parte la aguja. Insisto, tengo suerte de vena esquivada, y paciencia de cazador hambriento.

Atrapo mis venas, decía, y en mis manos se enroscan, me falta poco para reunir suficientes vidas marchitas para morderlas.

Con ellas tiendo las vías de mi propio tren de la bruja, del salón al pasillo, del pasillo al baño. La precisión con la que alimento la máquina con rabia, convierte mis manos en dagas y mis bocas en furia. Depravación, al fin y al cabo, que se resume en un espejo reflejando mi nariz sangrando y mi boca llena de lenguas partidas.
Perdidas.

Sunday, April 24, 2005

just say on



mira bien, que cuando golpeaba la adolescencia contra las esquinas
las gotas de sangre caían al asfalto y la lluvia las hacía crecer

atrapado en mis múltiples abrigos
escondido del viento
me podía ver alzando mi dedo medio a medio medio mundo
y mi culo rebotado y dolorido al otro medio

la lluvia entraba siempre en escena en el momento justo:
en la puerta del colegio,
en la esquina del alcohol,
en la tierra del parque

la tierra del parque que huele a meados y a cerveza
que se confunden en una misma cosa
algo que quema para llevarse lejos a los muertos,
los que estuvieron vivos y los que llevan la muerte dentro

Thursday, April 21, 2005

Lillies and Remains


- He soñado con arañas. Parecían cangrejos enormes, centollos se llaman, ¿no?, digo los cangrejos. Yo iba caminando por algún sitio, el campo, un camino de tierra oscura y húmeda, como la que hay en las macetas, vallas de piedra, hierba verde. Por alguna razón la hierba parecía exprimible, no sé si entiendes lo que quiero decir. El caso es que llegábamos (porque iba con alguien, pero eso es todo lo que sé al respecto, no recuerdo si era alguien de verdad ni su cara, o si hablaba) a una valla metálica. Yo empezaba a examinarla, creo que para saltarla, ya sabes cómo son esas cosas en los sueños. Estaba comenzando a encaramarme a ella cuando veía que un par de alambres eran rojos en lugar de plateados, rojo pálido, no, rojo enfermizo, como si lo hubieran cocido. Saltaba al suelo y los alambres rojos se retraían hasta un bulto del mismo color enfermo, una de las arañas de las que hablaba al principio. Era asquerosamente grande. El cuerpo estaba hinchado pero daba la apariencia de ser duro, de tener un cascarón grueso y pesado. Y se movía a toda velocidad la condenada. Se irguió sobre sus patas traseras y en el abdomen, en lugar de ser liso, tenía una especie de esfínter, un agujero oscuro rodeado de malformaciones venosas. No sé por qué esto me metió el miedo en el cuerpo como una cuchillada. Empecé a correr de espaldas, sin perder a la araña de vista, el esfínter pareció tomar una bocanada de aire y toda esa piel rugosa y compacta se volvió elástica y viscosa. Del esfínter salió algo blando, un chorro de tela de araña a toda velocidad por el aire, directo a mí. Me aparté a un lado y la telaraña cayó a mi lado, crepitando en el suelo. El sonido era el mismo que el que hace la carne cuajada de hormonas cuando la echas sobre aceite caliente. Seguí corriendo hacia atrás, pero había arañas en todas partes, no es que fuera una invasión, era más bien un puñado, pero yo corría despacio y las zorras eran suficientemente grandes como para no basar su poder en el número.
En ese momento recordé que estaba acompañado, esto quiere decir, claro, que lo había olvidado. Quién fuera que me acompañaba no duró demasiado, le cayó uno de los chorros de telaraña y se empezó a consumir entre gritos. Le pasó lo que al chino hijoputa de Indiana Jones, se derritió, algo asqueroso. Además las arañas siguieron lanzándole chorros de telaraña encima mientras se derretía. El sueño terminó cuando llegué a otra valla metálica que me llegaba a la cintura. Agarré con las manos la parte superior para ayudarme a saltar y sentí un dolor muy intenso, nunca me ha picado una medusa pero me lo imagino exactamente como sentí esto: una especie de dolor eléctrico, que aturde a la vez que hiere, que hincha mis manos hasta que parece que van a explotar. Miré hacia abajo y la valla era roja, de un rojo enfermo.

- Joder, sólo te he preguntado qué tal te fue anoche.

- Bien, bien, me fue bien.

- ¿Seguro?

- Sï, lo único jodido fue el calor, tengo calor en todas partes, sudo como una puta bestia de carga, ojalá el sudor fuera más corrosivo y me disolviera cuando me pasa eso, me avergüenza muchísimo.

- …capullo...

Monday, April 11, 2005

arden las manos



Lo más acertado que se puede decir de ella es totalmente inexplicable: siempre ganaba a la primera cuando jugaba a ese juego.

Él dejó de estar enfermo, pero sus ojos seguían siendo los mismos. Caminaba normalmente, ya no cojeaba ni tenía llagas en la boca, pero sus ojos conservaban el gris del enfermo. Su cuerpo funcionaba pero él se había quedado rezagado por dentro, acogido por los rincones que cuidan de sus muertos.
Sin los oscuros privilegios de la belleza, la juventud era un espacio sin tiempo, una rueda claveteada que recorre una y otra vez, incansable, cada surco del cerebro hasta convertirlo en una masa irreconocible de culpa, lamentos y desesperación. Vivía entre el perro y el lobo, entre el crepúsculo y el golpe de viento que arranca la vida de las plumas de los pájaros.

También es importante saber qué ocurrió con ella tras ganar el juego.
Sentada en una cafetería leía un libro, un volumen grueso, tapas de cuero, antiguo, pero su contenido no lo era en absoluto. La cafetería estaba llena de gente. Poco a poco, mientras pasaba las páginas, la gente se fue marchando. Cuando se quedó sola entró un hombre viejo, con abrigo rojo y la cara surcada de venas capilares amoratadas. Sacó una mano del bolsillo sosteniendo una pistola y apuntó hacia ella. Ella no podía creer lo que estaba sucediendo. El hombre disparó y se fue por donde había venido. La bala alcanzó el libro, que saltó de sus manos al suelo. Tardó en mirar hacia su pecho para buscar el agujero rojo. No había agujero, ni rojo ni de ningún color. En el suelo el libro estaba abierto por la página hasta la que había llegado la bala. Al lado del plomo vencido estaba escrito: Un esqueleto se ha sentado en mis pupilas y entre sus dientes me está mordiendo el alma.

Saturday, April 9, 2005


oigo gritos lejos de aquí
(el walkman aún está encencido)

el tipo del labio leporino sigue esperándome fuera
con toda esa gente aficionada al baile, a la música, a la risa y a la carne cruda...
toda para mí.
para mí, despierto durante la operación,
cosiéndome la piel al llegar a casa
porque alguién olvidó hacerlo.
los ojos que me miran son agujeros abiertos con agujas hipodérmicas
el tiempo que empleo en cerrarlos para siempre
escapa entre mis dedos susurrando pobre imbécil...
son mi verdadera boca

que empuja el aire a tus oídos
cuando me miras hambrienta
me hundes en la almohada
y disparas en mi cabeza
una sola bala: enferma.

Tuesday, March 29, 2005

donde están mis filos


la rutina de ser yo aliviada al creerme vivo en los ojos de otros, donde salto hacia algo espeso y oscuro, disfrutando de la ingravidez de no ser nada más allá de la materia sin conciencia... escupido en el blanco, masticado por la sombra... descansando, esperando para morder, cuando ya no duerma nadie, la pintura.
solo una vez,
cuando ya no duerma nadie,
solo. una. vez.