
mira bien, que cuando golpeaba la adolescencia contra las esquinas
las gotas de sangre caían al asfalto y la lluvia las hacía crecer
atrapado en mis múltiples abrigos
escondido del viento
me podía ver alzando mi dedo medio a medio medio mundo
y mi culo rebotado y dolorido al otro medio
la lluvia entraba siempre en escena en el momento justo:
en la puerta del colegio,
en la esquina del alcohol,
en la tierra del parque
la tierra del parque que huele a meados y a cerveza
que se confunden en una misma cosa
algo que quema para llevarse lejos a los muertos,
los que estuvieron vivos y los que llevan la muerte dentro
A menudo leo cosas buenas-mjor que las mías-y me inspiran. Me dan ideas. Las tuyas NO. SÓLO me-dan ENVIDIA.
ReplyDeleteImagenes y palabras que calan.¡Qué raro encontrarlas!. Venga, que no quiero hacerte la pelota. (Yo una mujer, pero parezco una vajilla...)